La flor en el ojal de la Masseria Torricella es su misma ubicación: colocada en medio de un campo muy verde y rodeada por hectáreas de bosque (donde se aconseja de pasear), la estructura está inmersa en la quietud y naturaleza, poco distante de Alberobello, una de las localidades más sugestivas al mundo; un dédalo de callecitas pavimentadas con piedra a través de las cuales surgen antiguas casitas blancas del techo a cono; los trullos. En las inmediatas cercanías se pueden visitar las dos Empresas Agrícolas.
El personal de Torricella, joven y muy acogedor, estará feliz de mostrar a los huéspedes como se crían los muchos animales de la granja: una diversión asegurada, sobre todo para quien viaja con niños.
"Pero lo que se queda en el corazón, sobre todo en Torricella es la atmósfera, simple, acogedora, auténtica; propio como la gente de esta bellísima región del sur”, estás en su casa pero te sientes “en casa”; eres parte de su mundo que te regala un trozo de verdadera naturaleza y que se traduce por encanto en emociones, como la que se prueba a la puesta del sol: ¡No os hagáis faltar almenos una! Gozadla si posible desde el patio del piso bajo: mirada al cielo que se colora de rojo y abraza las colinas. Y luego esperad el viento que viene del mar: ¡Esa es propio la hora en la cual se siente mejor, lleno de un aroma profundo que sabe de inmensidad!...
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(Maria Grazia Galati)